Celebrando el legado de Fidel defendemos la vida, la paz y la libertad de los pueblos

En este día de celebración de la vida del Comandante Fidel Castro y del legado que la Revolución sigue brindando a toda la humanidad, amantes de la paz, la solidaridad entre los pueblos y la amistad entre naciones felicitan una vez más al pueblo cubano y rinden homenaje a la historia de un líder revolucionario verdaderamente comprometido con la emancipación de sus hermanos y hermanas cubanos y la fraternidad entre los pueblos. Desde 1959, la Revolución Cubana, con el rostro de su pueblo como protagonista y el de Fidel, ha inspirado movimientos dedicados a hacer realidad los más elevados ideales de la humanidad, la erradicación de la miseria, la desigualdad, la explotación y la guerra.

Por Socorro Gomes*

En estos tiempos de pandemia, en los que se agudizan los males de un sistema inicuo basado en el poder de la fuerza, las sabias reflexiones de Fidel sobre las prioridades de la vida resuenan a través de los diversos homenajes, no como palabras de un teórico sino como promesas a cumplir y también ya cumplidas. Fidel solía decir a los miles de jóvenes médicos que su país formaba: “La medicina es una ciencia que se revoluciona incesantemente, de las que más requiere tal vez estar al tanto de todo lo que ocurre, de las que más requiere la capacidad de análisis y de observación del hombre, de la que menos puede soportar la rutina.”Entre los muchos resultados de esta visión se encuentran los grandes avances que Cuba da en el desarrollo de vacunas contra el Covid-19 incluso en las condiciones más adversas, impuestas por el criminal bloqueo estadounidense de seis décadas, en el que incluso jeringas y componentes importantes para la fabricación y administración de vacunas están impedidas de llegar a la isla, salvo por el incumplimiento del bloqueo por parte de gobiernos y entidades solidarias e igualmente comprometidas con la vida.

Para seguir su ejemplo, además de las brigadas internacionalistas que ya brindaban asistencia médica a varios pueblos entre los más necesitados, en 2005 Fidel crearía las Brigadas Henry Reeve, que tanto apoyo merecen de diferentes partes del planeta en la justa nominación al Premio Nobel de la Paz, que reconoce el valor y la valentía de las y los médicos y enfermeros cubanos, brindando asistencia esencial para la supervivencia de pueblos de diferentes latitudes frente a catástrofes naturales o desastres químicos y radioactivos, epidemias y otros desafíos.

En esta pandemia, brigadas del Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastre y Epidemias Graves han ofrecido asistencia en casi 30 países tan diversos como Italia, Azerbaiyán, Kuwait, Sudáfrica, Honduras, México, Panamá, Qatar y Surinam. Mientras los países más ricos se apresuraban a acumular vacunas para sus propios ciudadanos, contribuyendo enormemente a obstaculizar el acceso a bienes tan urgentes, los cubanos volvieron a hacer realidad las palabras de Fidel, pronunciadas en el momento de la creación del Contingente: “Nosotros demostramos que el ser humano puede y debe ser mejor (…) demostramos el valor de la conciencia y de la ética. Nosotros ofrecemos vidas.

Fidel siempre ha inspirado los compromisos más firmes de la Revolución, cumpliendo los anhelos de su pueblo, anteponiendo a todo la educación para formar una nación no sólo libre de la mancha del analfabetismo sino también ofreciendo este bien valioso a los jóvenes de todo el mundo, que durante décadas han podido estudiar en Cuba o han recibido maestros cubanos en sus comunidades, ya sea en países en vías de desarrollo, en campos de refugiados o en otras condiciones donde el acceso a la educación, especialmente la de tradición emancipadora, sería casi imposible.

En una ceremonia de graduación en el Instituto Superior de Ciencias Médicas de La Habana en 1999, Fidel dijo: “Soñamos con un mundo mejor, un mundo más justo, un mundo realmente más humano por el cual todos tenemos el deber de luchar. El futuro de ustedes y de los hijos de ustedes será el futuro que esta humanidad sea capaz de construir. Esta humanidad amenazada por un enorme número de peligros en todas partes, que no le dan derecho tampoco a nadie a perder la fe en el hombre, a perder la fe en un destino mejor para ella.”

Siempre demostrando la valentía de los revolucionarios que no se rindieron en el embate con la dictadura de Fulgencio Batista cuando se lanzaron a luchar por la libertad de su pueblo, Fidel también continuó inspirando la resistencia de su propia nación a los incesantes intentos del imperio por derrotar a la Revolución con atentados contra su propia vida y las más diversas operaciones de desestabilización, desde la invasión de Bahía de Cochinos hasta las llamadas guerras híbridas que implican difamación constante, asedio mediático y costoso bloqueo económico.

También inspiró o participó activamente en los más nobles avances de todos los pueblos en la lucha por la liberación nacional del colonialismo, neocolonialismo e imperialismo, reforzando la fraternidad entre pueblos hasta entonces oprimidos que rompieron los grilletes para construir un nuevo mundo de cooperación e igualdad, en alianza tricontinental entre latinoamericanos, asiáticos y africanos y la solidaridad mundial contra la dominación, por el multilateralismo y la autodeterminación como pilares de las relaciones entre naciones independientes y hermanadas.

En sus últimos años, Fidel siguió ofreciéndonos las reflexiones más urgentes y precisas. Dijo en 2016, con motivo de su cumpleaños y cerca de la fecha del recuerdo de uno de los mayores horrores de la historia de la humanidad, los bombardeos nucleares de Hiroshima y Nagasaki por parte de Estados Unidos, “que hay que martillar sobre la necesidad de preservar la paz, y que ninguna potencia se tome el derecho de matar a millones de seres humanos.” Luego concluyó: “La especie humana se enfrenta hoy al mayor riesgo de su historia. Los especialistas en estos temas son los que más pueden hacer por los habitantes de este planeta, cuyo número se elevó, de mil millones a fines de 1800, a siete mil millones a principio de 2016. ¿Cuántos tendrá nuestro planeta dentro de unos años más? (…) Los medios técnicos modernos han permitido escrutar el universo. Grandes potencias como China y Rusia no pueden ser sometidas a las amenazas de imponerles el empleo de las armas nucleares. Son pueblos de gran valor e inteligencia.”

Al constituir este frente rebelde y contrahegemónico ante las ofensivas más brutales del imperio, que no cesa ante el horror de imponer la guerra y la miseria a pueblos que no se rinden a sus excesos, Fidel y el pueblo cubano ha contado y cuenta con la admiración y el respeto de todos los amantes de la paz y la libertad. El vil y criminal bloqueo que Estados Unidos ha impuesto desde hace aproximadamente 60 años y con el que cumple gran parte de las potencias, cómplices de las órdenes del imperio en el garrote, le costó y cuesta caro al pueblo cubano, pero no lo ha doblegado. Nación insumisa que, a pesar de enfrentar las condiciones más graves en períodos más duros, siguió brindando solidaridad a otros pueblos del mundo, dando una clara lección para la humanidad de la diferencia de principios y visiones de mundo entre un sistema y otro. No es de extrañar que este año ya hemos contado 29 veces en las que la Asamblea General de las Naciones Unidas repudió masivamente el bloqueo estadounidense a Cuba, claramente mantenido por la fuerza y nunca por legitimidad, porque nunca podría ser legítimo ni justo, de hecho, intentar derrocar con tan duros golpes contra la soberanía de la patria de José Martí a la Cuba humanista, patria de la dignidad y la paz.

Son ejemplos de Fidel que en estos 95 años de su nacimiento lo hacen tan presente. Estos son algunos de los grandes logros de la Revolución y la mayor oferta del pueblo cubano a todo el mundo.
¡Viva Fidel y viva Cuba!

*Socorro Gomes es la Presidente del Consejo Mundial de la Paz

Fuente: CEBRAPAZ – Centro Brasileiro de Solidariedade aos Povos e Luta pela Paz