El centro clandestino Atlético bajo tierra

CTA Argentina:

Testimonio de Miguel Ángel D’Agostino, sobreviviente del Atlético, quien da cuenta del reconocimiento del centro clandestino donde estuvo secuestrado en 1977 y que fuera demolido durante la construcción de la autopista 25 de Mayo. El Club Atlético funcionó entre los meses de febrero y diciembre de 1977. A principios de 1978, el edificio fue demolido para dar lugar a la construcción de la autopista 25 de Mayo. Pasaron por allí más de 1.000 personas, que fueron secuestradas, torturadas y exterminadas. “Para la justicia ya estaba probada la existencia de este lugar desde 1985 en el Juicio a las Juntas y lo mismo desde que se abrió la causa por el 1er cuerpo de ejército. Había que determinar la existencia de los restos que yo había visto ocultar bajo la tierra en 1978”, señala D’Agostino. A continuación compartimos su testimonio, publicado en su cuenta de Facebook el 21 de noviembre. “Llegué a casa la madrugada del sábado 1 de octubre de 1977, después de larguísimos 91 días en el campo de concentración. Lo primero que les pedí a mis padres fue comida. Que luego comía y me llevaba derecho al inodoro pero igual quería seguir comiendo. Lo segundo que me dieran 24 horas para responder preguntas. Yo necesitaba respuestas para poder armarme una mínima hoja de ruta para encarar el día después. A las 24 horas ya sabía cuales serían mis prioridades y como en una triple simultánea partida de ajedrez, (deporte que dominaba muy bien) había estudiado las primeras movidas de cada partida. Volver al colegio, analizar mi salud deteriorada, visitar a los familiares de las víctimas que, como yo, habían estado o estaban aún secuestradas en este lugar. A cada paso que daba, se me presentaban nuevos obstáculos. En el colegio no aceptaron que vuelva a las aulas. Estaba en el último año de la secundaria y ni siquiera podía dar libre en ese mismo colegio. Debía conseguir otro para dar las 12 materias libres que me faltaban para recibirme. Me gradué 15 meses después. En las primeras horas ya había conseguido la solidaridad de un médico del Hospital Fernandez que me convocó de madrugada para hacerme estudios. Con 18 años y buena alimentación iba a ser fácil recuperarme y los huesos se corregían con un par de intervenciones… Esa movida todavía no la concrete. Visitar a los familiares implicó para mí comenzar a dar mis primeros testimonios y…

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