El gobierno del Presidente Maduro, con los anuncios que realizó el pasado 1° de Mayo, confirmó su política de destrucción del valor de la fuerza de trabajo y desmontaje de los derechos de las y los trabajadores activos y jubilados y tan solo concede dádivas discriminatorias, insuficientes y condicionadas.
El “bono compensatorio” otorgado de manera fragmentada solo a quienes fueron jubilados(as) por el sector público, durante el período del 2018 hasta mayo del 2022, intenta quitarle fuerza y argumentos a las crecientes protestas de las y los jubilados y pensionados, pretendiendo desvirtuar las denuncias de que en Venezuela las y los adultos mayores están en situación de depauperación. Obviamente no lo lograrán, porque la población más vulnerable -los adultos mayores del pueblo trabajador- seguirán en la indefensión, padeciendo hambre y miseria, como resultado de la crisis capitalista, las políticas del gobierno y las criminales sanciones imperialistas.
Ciertamente, ese bono alcanzará a un universo muy reducido de jubilados y jubiladas (un poco más de 100 mil personas), dejándose en total abandono a la gran masa de pensionados que sobreviven con una pensión mínima – equivalente a menos de 30 dólares al mes -, así como a quienes fueron jubilados(as) antes del 2018, que por tener una edad más avanzada tienen mayores necesidades y limitaciones. Con ese demagógico bono no se solventará el perjuicio causado a quienes, desde antes del 2018 y posteriormente aun más, percibieron unas prestaciones sociales pulverizadas, como resultado de las políticas neoliberales impuestas por el gobierno del Presidente Maduro.
El gobierno no actúa con la lógica de satisfacer necesidades de la clase obrera y del pueblo trabajador, sino de crear escenarios favorables a las ambiciosas expectativas de la burguesía tanto foránea como nacional, privilegiando las obscenas apetencias de la burguesía parasitaria. De esa manera deja bien claro su total divorcio del pasado progresista del proceso bolivariano y confirma su condición reaccionaria.
Eso queda muy claro cuando en vez de adoptar una política salarial que responda a las necesidades de las y los trabajadores y sus familias, se doblega ante Fedecámaras para reeditar el desacreditado tripartismo como mecanismo de legitimación de las políticas neoliberales, desmontando derechos e imponiendo la desregulación laboral. Para ello cuenta con las tendencias sindicales patronales, gobierneras y desclasadas.
Ante toda esa situación, la CUTV y el FNLCT, expresando la posición del movimiento obrero y sindical clasista, saludan el llamado realizado por la Coordinadora de Pensionados y Jubilados de Venezuela, en su comunicado publicado el 3 de mayo. Nos identificamos con la propuesta que hace dicha Coordinadora, en cuanto a realizar esfuerzos concretos para lograr la más amplia unidad de acción combativa e independiente de la clase trabajadora, llamado coincidente con los esfuerzos que hacemos diversas organizaciones en el Espacio Sindical Unitario. Por otra parte, anunciamos nuestra decisión de participar en la movilización de jubilados y pensionados convocada para el 29 de mayo.
De igual modo, como parte del necesario programa mínimo de lucha unitaria, reafirmamos la propuesta de levantar desde las bases obreras y populares un Anteproyecto de Ley de Escala Móvil de Salarios y Pensiones Indexados a la Canasta Básica Familiar y un Anteproyecto de Ley para el Rescate y Revalorización de las Prestaciones Sociales, para hacer cumplir los artículos 91 y 92 de la Constitución. Ambos anteproyectos serían presentados a la Asamblea Nacional utilizando el derecho constitucional que tiene el pueblo de presentar propuestas de leyes por iniciativa propia.
A la clase obrera y al pueblo trabajador no nos queda otro camino que luchar en unidad de acción, para restablecer nuestros derechos y derrotar tanto las políticas neoliberales como las agresiones imperialistas.
Comité Ejecutivo de la CUTV
Coordinación General del FNLCT