El 10 De Mayo del presente año (2022), en la Casa Cultural Café-Cinema Calle 53,7 # 55-06, Chapinero en Bogotá, a través de la Consejería Nacionales, hicimos una donación de 32 libros de Martín Cruz Vega, cuyos títulos son: Diario de la Guerra y la Paz, El Último Fusil, De las trochas a la Paz y Mascotas en el Conflicto Armado, a las siguientes bibliotecas: Brigadas Comunitarias de la Paz, Biblioteca Popular La Lola, Biblioteca Comunitaria Kuskalla, Biblioteca Comunitaria Somos Semilla, Biblioteca Comunitaria Cedro golf.
Arte, Cultura y Deporte del Partido Comunes
Este proyecto está enmarcado dentro del proyecto “Promotores del Lecturas y Donación de libros de una lectura diferente. Es proyecto lo inicié hace dos años. Hemos donado unos 800 libros a la fecha y seguimos organizando otros eventos para dicho propósito. Mi escritura está cargada de relatos de memoria, reconstruyendo las vivencias en la lucha clandestina, la lucha por sobrevivir y nuestra de visión de país: el ser humano inmerso en la guerra. Sus amores, sueños, la esperanza de alcanzar un país en libertad. La odisea limitante de no poder cumplir las metas y la posibilidad de la muerte. A través de estos relatos van pasando las historias y los valores humanos de hombres y mujeres que transitamos este transito histórico, el único camino que nos dejó el poder. Es narrar la guerra en toda su dimensión, su destrucción, sus miles de víctimas y que nunca más vuelva la guerra, que el Acuerdo de Paz sea capaz de garantizar la No Repetición.
Esta idea de promoción de la lectura de mis libros no está abriendo cercanías con otras personas, construir ideas y objetivos comunes en la construcción de la paz, otras visiones políticas nos acercan en la construcción del tejido social. Ahora mismo estamos diseñando desde nuestra literatura planes de lecturas colectivas e ir avanzando en nuclear esfuerzos en la construcción de paz.
En mis elaboraciones no solo relata pasajes de la vida clandestina de los otrora combatientes hombres y mujeres, sino también el humanismo reflejado en el libro Mascotas en el Conflicto Armado. Cada historia no ficción escrita en esta elaboración, explica como fue esta relación con los animales, no fueron en la práctica mascotas sino, parde de nuestra familia. Por eso, siempre iban encima de nuestros hombros y morrales, donde también le llevábamos su comida. Aprendemos de ellos la ternura, el afecto incondicional por quien nos alimenta y convivió con nosotros bajo el mismo techo y en las mismas vicisitudes de la azarosa vida guerrillera.
Creo que en Mascotas, está reflejado el amor por los animales y la naturaleza, convivimos muchos años con ella. En mi caso 40 años de vida guerrillera. Conozco la selva como muchos otros ex guerrilleros y ex guerrilleras que llegamos jóvenes impulsados por diferentes circunstancias, la guerra nos envolvió en sus fauces, hasta que al AFP nos sacó, ahora construimos la paz con la palabra.
Resumiendo escribo mis verdades, seguramente, será la de muchos y muchas almas que luchamos por la vida con un arma en la mano y con concepto de país amable y en paz. Aún hay verdades que deben salir a la superficie, otras verdades de miles de actores, que apenas hemos comenzado a hablar y que teníamos la razón, sin negar que cometimos errores en la confrontación armada, y por eso estamos comprometidos con las víctimas y la sociedad. Si algo tenemos claro es que debemos condenar la guerra para que nunca volvamos a matarnos entre colombianos. Estamos igualmente seguros que nuestros relatos contribuirán a este noble propósito, un aporte a la reconciliación, la convivencia, la construcción de la paz y sobre todo la no repetición.
Fuente: Partido Comunes