El pasado 31 de mayo, el ex-trabajador ferrominero Rodney Álvarez ofreció su primera rueda de prensa luego de su reciente excarcelación ocurrida tras casi 11 años de estar injustamente privado de libertad.
“Estuve privado de libertad durante 11 años injustamente por un delito que yo no había cometido, fui tomado como chivo expiatorio sin ningún tipos de pruebas, fui encarcelado”, recordó desde la parroquia de la Universidad Central de Venezuela, en compañía de los padres del controlador aéreo Guillermo González, quien también se encuentra detenido desde 2018 tras denunciar irregularidades en el Aeropuerto internacional Simón Bolívar.
Álvarez aseguró ante los medios de comunicación que funcionarios policiales le instaban a declararse culpable porque desde su detención “ya había sido condenado”.
Rodney Álvarez fue detenido el 17 de junio de 2011, en Ciudad Piar, estado Bolívar.; fue acusado del homicidio del obrero Renny Rojas, de 28 años de edad, quien recibió un disparo durante una asamblea para elegir a los integrantes de una comisión que llevarían adelante en aquel entonces las elecciones del Sindicato de Trabajadores de Ferrominera.
“Mi experiencia es compleja y no es fácil de relatar. Sufrí tortura, maltrato, represión, violencia desatada de todo tipo en prisión. En dos oportunidades fui apuñalado y solo por cuidar de un espacio para intentar dormir. Lo que se respira y vive en las prisiones venezolanas es inhumano, todo es violencia, maltrato y corrupción”, dijo.
El ex-trabajador ferrominero contó que los centros de reclusión en los que estuvo no contaban con agua potable, buena alimentación, ni servicio médico. “Las cárceles de Venezuela están hechas para despojos humanos”, sentenció.
Álvarez denunció el retardo procesal penal y las violaciones al debido proceso de las que fue víctima: “El responsable del retardo procesal y las torturas recibidas por mi persona durante mi injusto juicio es el Estado y el Ministerio Público”.
También exigió su reincorporación laboral, el pago de salarios caídos y de los beneficios que él y su familia dejaron de recibir durante su injusta encarcelación.
Rodney Álvarez además abogó por la libertad de otros trabajadores que están detenidos por denunciar hechos de corrupción: “Yo le pido al Estado, al gobierno de turno, la liberación inmediata de todos los compañeros trabajadores presos que están en las distintas cárceles de Venezuela”.