Partido Comunista del Perú – Patria Roja:
Por Manuel Guerra El sindicalismo clasista se distingue justamente por eso, porque tiene bien claro su carácter de clase, es decir porque sabe identificar a los verdaderos enemigos de los trabajadores, asumiendo consecuentemente la defensa de los derechos de sus representados, sin conciliar jamás con las clases dominantes, ni prestarse a sus maniobras, ni permitir ser instrumentalizados. Quien pierde la brújula de la lucha de clases, no ve la perspectiva general del movimiento y se contenta con logros parciales sacrificando su independencia política; aun en contra de su voluntad, termina favoreciendo a los planes reaccionarios. Desde que Pedro Castillo llegó a la presidencia hemos visto que la derecha está usando todos los medios, legales e ilegales, para traerse abajo al gobierno. Parte central de su estrategia es aislar al gobierno de la base popular que lo llevó al triunfo. Para ello, de manera muy pragmática e inescrupulosa, aprovechándose de los justos reclamos de los trabajadores, atiza los conflictos sociales, maniobra para canalizar el descontento, usándolo en sus planes desestabilizadores y golpistas. El fujimorismo reaccionario, corrupto y asesino que dio el golpe de Estado e impuso la actual Constitución, puso en marcha el modelo neoliberal que significó el despido de millones de trabajadores, despojándolos además de sus derechos más elementales; que allanó el camino para la privatización de la salud y educación, que intervino las universidades; resulta que hoy, junto a su pandilla reaccionaria, es el abanderado de la defensa de los reclamos de los maestros organizados en el SUTEP. Como por arte de magia, los dirigentes del gremio son recibidos en el Parlamento, reciben el respaldo y atención a sus demandas; el poder mediático les coloca en las primeras planas. ¿Es genuina su preocupación por las demandas magisteriales? No. Su maniobra instrumentalizadora ni siquiera necesita de un esfuerzo interpretativo, pues sus propios voceros declaran abiertamente sus verdaderas intenciones, tal como ocurre con el almirante Montoya, Nano Guerra García y Juan Carlos Tafur. La derecha reaccionaria sabe que entre el SUTEP y el gobierno existe una contradicción, y pretende explotarla en su provecho. Los maestros del SUTEP tienen toda la razón de defender a su gremio frente a la agresión, la política divisionista y la amenaza de intervención a su institución previsional, Derrama Magisterial, que proviene desde sectores del gobierno, incluyendo al presidente Castillo, comprometido con la FENATEP. Desde una posición de ventaja aprovechándose de las posiciones alcanzadas en los…
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