GABRIEL BORIC, ¿PRESIDENTE DE LO VIEJO O DE LO NUEVO?

Nuestra Bandera:

? Lic. José A. Amesty R. 27-diciembre-2021 “Ser izquierdista y no ser antiimperialista, es una contradicción hasta biológica” Salvador Allende. Desde el triunfo de Gabriel Boric en Chile, se vienen especulando, por lo menos tres suposiciones en torno a su gestión del gobierno próximo. La primera, es de esperanza, esperando un gobierno de ayuda para los sectores más necesitados; segundo, es de los que están esperando que inicie el gobierno para “ver”; y tercero, los que no ven en Boric, nada de lo prometido por él, sino más bien, una especie de gestión socialdemócrata, y otros, ven en él los rasgos de fascismo pinochetista. También, algunos señalan que, al menos perdió la derecha neoliberal en Chile, expresada en el gobierno de Sebastián Piñera, reivindicándose la larga lucha de años en Chile buscando bienestar para todos los sectores de la sociedad, y el legado de Salvador Allende; y otros tienen dudas sobre la destrucción de la Constitución de Pinochet y una posible instauración de una Constituyente.  En este mar de supuestos, dudas y argumentaciones, deseamos presentar algunas consideraciones. En este sentido, primero, veamos que ha sido Chile en estos últimos años. No es cierto que Chile siempre haya sido una especie de barómetro para Latinoamérica, catalogándola como la panacea en el logro de reivindicaciones económicas, cuando la realidad ha sido la implementación de políticas neoliberales. Y así, según el escritor Omar Rafael García Lazo, el neoliberalismo llegó a América Latina de la mano de Pinochet. Desde entonces, Chile se consolidó como un gran aliado de Estados Unidos y el mejor ejemplo de democracia y crecimiento económico sostenido, obviamente, sin mirar los efectos sociales “colaterales”. Durante décadas, Chile fue acumulando una deuda social, que amenazó con estallar en varias ocasiones, desde la revuelta de octubre 2018, y en el 2019, se produjo una masiva protesta que estremeció los cimientos neoliberales del país. En los dos últimos años, se dirime un pulso entre las fuerzas progresistas y la derecha, que tuvo su primera señal de cambio en las grandes protestas sociales que derivaron en la elección e instalación de una Asamblea Constituyente, comicios en los que la derecha tradicional, no obtuvo un buen resultado, mientras que sectores independientes, progresistas y de izquierda lograron la mayoría de constituyentes. Sin embargo, nada aún está definido. La dictadura, el terror consustancial y la exclusión provocada por el neoliberalismo, profundizaron la enajenación y el hastío en una…

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