Arriba las que luchan

Izquierda Unida:

Este 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer, seguimos reivindicando y visibilizando la lucha de las mujeres por sus derechos, participación y reconocimiento en la sociedad y en su desarrollo íntegro como personas. Somos muchas las que luchamos cada día para revertir las lógicas del capitalismo y el patriarcado que generan la desigualdad real, aquí y en todos los lugares del mundo. Las mujeres colombianas acaban de conseguir despenalizar el aborto hasta la semana 24, las campesinas indias se han empoderado en la revuelta campesina contra Modi, reivindicando su papel central y consiguiendo revertir las leyes sobre los mercados agrícolas; son ejemplos que nos recuerdan que el feminismo hace avanzar al mundo. Tras dos años de pandemia del COVID-19 se ha hecho evidente la precariedad estructural de nuestro sistema, basado en políticas neoliberales que no se están revirtiendo sino consolidando. Los fondos europeos no se utilizan para revertir los déficits estructurales que padecemos, sino para estimular la economía en la misma lógica engañosa de que las empresas son las que generan el trabajo, aunque sea precario y no resuelva las necesidades sociales y materiales de la clase trabajadora. Y la perspectiva de género ha vuelto a estructurarse en programas concretos y sectoriales, impulsados por años de luchas de mujeres, que parchean pero no transversalizan las actuaciones, dejándonos fuera de los grandes debates y acentuando las desigualdades que viven las mujeres en nuestra diversidad. Porque el Plan Corresponsables está impulsando la creación de un sistema estatal de cuidados que responda a las necesidades de las personas y dignifique esos trabajos, pero no se ha llevado a cabo el debate social de cómo organizamos el cuidado para implicar también a las empresas que se benefician de ello y posibilitar horarios dignos que nos permita tiempo para vivir y para cuidar. Porque se publicó la Ley de Brecha Salarial, pero se debe implementar de forma efectiva y actuar frente a planes de igualdad meramente formales que no revierten las causas ni generan cambios palpables. La empresa debe comprometerse con la conciliación y que no suponga consecuencias negativas para las personas trabajadoras en el desarrollo del empleo. La brecha salarial que se acentúa en las pensiones es una de las bases de la feminización de la pobreza. Mujeres pensionistas que todos los lunes lo denuncian en las plazas de nuestras ciudades y pueblos. Porque vamos tarde en reconocer el convenio 189 de la…

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