Partido Comunista del Ecuador: DESTITUIR AL BANQUERO ¡AHORA!

En la Asamblea Nacional se discute la propuesta de destitución del presidente Guillermo Lasso por los acontecimientos iniciados el pasado 13 de junio y que son de dominio público.
El Partido Comunista del Ecuador ha reiterado su apoyo a la demanda de la CONAIE concretada en diez puntos que resumen la posición del pueblo ecuatoriano en defensa de su patrimonio, contra la política de venta y remate en favor de las transnacionales imperialistas y sus socios nacionales. Estamos hablando de Banco del Pacífico, hidroeléctricas, refinerías, vialidad, ferrocarriles, etc., al igual que sobre la privatización de la salud, la educación y la seguridad social.

Dichas demandas, que han merecido el respaldo creciente del pueblo ecuatoriano, concretan su posición patriótica y soberana de rechazo a los dictados del imperialismo norteamericano a través del FMI.

La política neoliberal privatizadora del banquero Lasso, en sólo trece meses de gobierno, ha significado mayor miseria e inseguridad para la familia ecuatoriana; incremento incesante del costo de la vida, desatención a las justas demandas de los productores agropecuarios; burla a los médicos que se jugaron la vida en la pandemia, a los maestros y a centenares de miles jóvenes que aspiran a acceder a la educación superior.

El gobierno de Lasso ha respondido con la orden fascista de tirar a matar, producto de lo cual ya se cuentan cinco jóvenes asesinados, centenares de heridos y apresados. A la hora de escribir esta nota siguen las agresiones al pueblo desarmado en las inmediaciones del parque El Arbolito en Quito. Nuestro fervoroso llamado a la comunidad nacional e internacional a exigir el cese de la masacre.

Al soldado y al policía, cuyo salado paga el pueblo, no sigan disparando contra sus hermanos de clase.

Es una situación sin precedentes en las últimas décadas, en que las posiciones de clase se encuentran en las calles del país, y ahora en la Asamblea Nacional. Aflora el racismo y el regionalismo como arma o recurso de las clases dominantes. Sucede a casi cien años de la masacre de Guayaquil del 15 de noviembre de 1922, en que la misma bancocracia de hoy respondió con bala al clamor popular por su salado y su vida.

Cada asambleísta es responsable de su voto en favor o en contra de la vida del pueblo.

Winston Alarcón Elizalde
Secretario General

Fuente: PCE via Facebook / RedGlobe