100 años de la URSS; su legado y la vigencia del ideal socialista  

Hace 100 años inicio la obra de construcción de una sociedad como nunca conoció la humanidad y cuyo desarrollo fue truncado a mitad de la década del 80, del siglo pasado; y fue definitivamente desmantelada, en contra de la voluntad mayoritaria del pueblo, a inicios de la década del 90.

La gloriosa historia de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) marcó los acontecimientos del siglo XX y su legado resuena en el siglo XXI, reclamando un análisis profundo y objetivo de esa historia, que considere el asedio que sufrió desde sus inicios; que considere sus monumentales logros científico-técnicos; que considere sus prácticas internacionalistas basadas en la solidaridad y la mutualidad; que considere sus hazañas en el desarrollo social, cultural y deportivo; y sí, también que considere dialécticamente sus contradicciones y los errores de la dirigencia del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), estos últimos, determinantes para allanar el camino de la contrarrevolución tardía.

Y es que, entre otras cosas, solo recordar que el nazismo fue aplastado por el Ejército Rojo, o que el nacimiento de los Estados de Bienestar fue el resultado del intento de humanizar el capitalismo ante el avance del movimiento comunista internacional, o que la estrategia de la Atención Primaria de la Salud se posicionó en el corazón del país de los soviets para llegar a ser al día de hoy la base de los sistema de salud de países socialistas y capitalistas, dan cuenta de que el mundo es, en gran parte, como es por la influencia ejercida por la URSS.

Las condiciones históricas que permitieron su creación hoy no existen, como no existen condiciones para una reconstitución.  Creer lo contrario es no entender la dialéctica del desarrollo social, es adoptar una posición anticientífica.

El tiempo ha transcurrido y si algo está claro hoy es que el fin de la historia proclamado victoriosamente a los cuatro vientos por los ideólogos neoliberales se ha demostrado absolutamente falso.  Las contradicciones del capitalismo y sus aberrantes manifestaciones globales han puesto en riesgo la supervivencia de la especie humana.  Las relaciones capitalistas de producción son insostenibles e irreconciliablemente contrarias a los anhelos de un mundo próspero, justo, respetuoso de la naturaleza.

Como la Comuna de París, la experiencia de la Unión Soviética es la lección necesaria para todo revolucionario que debe entender que el marxismo no es un dogma sino conocimiento vivo y método orientador para reconocer la caducidad del modelo de sociedad dominante en el planeta, basada en la reproducción del capital por el capital mismo.  Es la experiencia necesaria para construir el nuevo mensaje de esperanza al pueblo trabajador de un mundo en el que el paradigma de la globalización capitalista está en franca crisis.  Es la experiencia necesaria para avanzar en la construcción heroica del socialismo que cada país y región requiere.

¡Gloria al pueblo soviético! Y que la nostalgia se convierta en militancia revolucionaria creadora y superadora.

Partido Comunista Ecuatoriano

30 de diciembre de 2022

Fuente: Partido Comunista Ecuatoriano